jueves, 7 de agosto de 2008

NOSTALGIA

Las calles abarrotadas. El frío polar anulado por el abrigo, el gorro de lana, la bufanda, los guantes,... Preciados pululado por miles de pies apresurados. Castellana iluminada estrambóticamente cada navidad. Cortilandia, cada año más feo, pero me sigue emocionando. Malasaña solada por jovenes esparcidos de risa fácil. Chueca poblada de almas buscando. Tirso habitado por mil países. Cibeles rodeada de coches, cansada de tanto humo.

El Retiro pensando "ya nada es lo que era." La Plaza Mayor haciéndose pequeña a medida que yo crezco. El Plaza Menor. Un jardín tropical encerrado en una estación. Los enormes andenes rojos en Chamartin que me avisan que ya estoy ahí, que ya he llegado. El chocolate en San Ginés cuando hace frío fuera. La librería San Gines. El Arco de Cuchilleros, el Viaducto, la calle coloreros con sus bares Imperfectos, los bocatas de calamares sin tomate untado ni ná en las callujas de Plaza Mayor, las fachadas con trampantojos,
el kilómetro cero, ya apenas visible. El Rastro. El Rastro. Ella y yo paseando por el rastro después de amanecer con un temblor de tierras. El metro inacabable, el metro que vuela, el metro y sus empujadores a la japonesa. La calle Huertas con los suelos literarios. Los dibujos de Mingote cubriendo fachadas en obras. Las loteras de Sol, custodiadas por Tio Pepe.

Las mil manifestaciones de CCOO. Las mil manifestaciones por una vivienda digna, por un barrio limpio de putas, por un barrio limpio de cacas, por los sueldos congelados, por los continuos fallos de ese metro que vuela, por las bombas en atolones, por la familia, por la Républica, por el Orgullo,... La sangre de San Pantaleón licuando y solidificando. Los mil japoneses con sus mil cámaras de fotos. Sus lolitas, cada vez más tempranas. Los chinos vendedores de tallarín nocturno en Gran Vía, con o sin tomate.

El Buho Real, La Escalera de Jacob, La Redicha, El Tío Vinagre y sus tapitas de hummus, El Ribeira do Miño, El Acuarela, La Casa de Granada, El Tigre,... La M-30 imposible. Todos los rincones que me acogen. Mis niñ@s. Mis calles.

Tengo ganitas de ti.

viernes, 1 de agosto de 2008

MORRIÑA

Vista archiconocida de Madrid, que casi ningún madrileño tiene en foto,
desde un coche...

Con su permiso, voy a copi-pastear en post que me he encontrado en el blog vestidoarayasblogspot.com, que me ha dado un ataque de morriña...

"Madrid no duele y me gusta. No es una herida, ni una cicatriz, no es un esguince crónico que se resiente los días de tormenta. No es una foto que se queda amarilla, ni unas gafas que pasan de moda, ni un producto con fecha de caducidad. Madrid soy yo y nunca se escapa a pesar de las huidas.Es donde esperas y te esperan. Donde lo conoces todo y todo te sorprende. Donde aterriza siempre el avión de vuelta de cualquier parte, y descansan las maletas sin deshacer. Madrid es donde no hay fiestas de despedida sin fiestas de bienvenida, donde se esconden todas las nostalgias y todos los proyectos, agazapados, a la espera de otro verano.No es una postal, ni una foto fija.Es una felicidad a ratos, un mar donde el oleaje no descansa, pero la playa te ofrece un lugar donde dormir, una fiesta que no acaba nunca, que acaba y no hay que recoger. Una borrachera sin resaca.Madrid no duele, y me gusta.Aunque a veces, mi alma nómada- la de los que tuvimos un mapa mundi, durante la infancia, colgado en la pared-, me haga olvidarlo."

Ay, la morriña, el calor, las hormonas, el verano, otra vez la morriña,...

Plaza de Tirso desde las alturas, cerquita de casa...