viernes, 9 de noviembre de 2007


Con las manos de azúcar
Y los ojos serenos
Ella quita los miedos con abrazos.
Abraza mi congoja
Y me calma los días.
Sus besos sin reposo en mi frente
Hacen que no marchite.

4 comentarios:

ETDN dijo...

Pequeño gran poema, señorita Zoe.

A veces no se necesita más.

Besos desde Madrid, donde parece que ya ha llegado el otoño (de verdad).

Disfrutad de Cádiz en calma.

Anónimo dijo...

Y venga babas. Pues ya está a babear: que eres la mujer de mi vida, que contigo todo es más fácil, que te amo, que te amo, que te amo...

norte dijo...

y que no mentere yo de que tú te marchitas ruliña!
bicos a moreas!

Anónimo dijo...

No hay quien marchite lo inmarscesible (por purita definición).

Pero los besos en la frente también ayudan... anda que no.