Siento que me pierdo, que me ahogo
Entre brumas y rescoldos de un amor que se me va
Que se me va de las manos
Y se escurre entre mis dedos,
Que se escapa entre los huecos
De mi alma, y mi pesar
Va llenando recovecos
Lentamente, paso a paso.
La marabunta en mi vientre
Devorándoselo todo,
Vaciando mis entrañas
Y enmarañado mi mente.
Justifico mis lamentos
Con frases necias y locas,
Engañando a mis heridas,
Silenciando los quejidos,
Empañando las ideas
Que con tesón quieren ser
Guías de la comitiva,
Más sucumben en tormentas,
Vacíos y tempestades.
Mientras me sangro por dentro
Y me lloran las heridas
Al acercarse, despacio, ya,
Nuestro fin de partida.
3 comentarios:
Es tan duro cuando algo que aprecias se te escurre, como arena entre los dedos, y sólo puedes ver como los pequeños granos saltan y desaparecen, sabiendo que juntos formaban tanto...
Al menos aprendes a agarrar mejor la próxima vez, y no dejar que se desunan.
Muy bonito, muy real, muy verdadero. Sigue en esto. El público quiere más.
Bravo, Zoe.
Siempre es necesario que acabe una partida para que empiece otra. Lo que hay que esperar es que la nueva sea mejor, más divertida...
Este poema me "toca". Todavía me sangra la cicatriz de una herida que no cura (la historia será contada en el momento oportuno).
Me quedo con las palabras de Carmen. Aunque la espera es dura, cuando hay poco que esperar.
He dejado comentarios en el resto de post. Me gusta tu blog, querida Zoe.
un beso
ETDN
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